FESTIVAL DE TANGO de Lanjarón
Llevan doce años organizando el festival de Tango «Eladia Blázquez» en Lanjarón, en las instalaciones remodeladas del balneario y ahora también hotel, que remonta su historia a finales del siglo XVIII, y la de su construcción a 1928.
El evento suele celebrarse casi siempre por estas fechas, pero este año ha coincidido con la segunda parte del puente de la Inmaculada y Constitución, una pena. Digo lo de la pena porque no tenemos remedio o explicación para el éxito o fracaso de estas muestras culturales, si el éxito lo medimos en el número de personas que asisten a ellos.
Elizabeth y Matías
Claudia Pannone
Imagínense un certamen flamenco en la población de Sierras Bayas, municipio cercano a la ciudad de Olavarría, distante unos cuatrocientos kilómetros de Buenos Aires, Argentina. Sigan imaginando que a ese certamen hubiera acudido en su día Paco de Lucía o Camarón, figuras de primer orden del flamenco, pero que en Olavarría poca gente conoce. Hubiéramos pensado lo que se han perdido estos ciudadanos por no estar mejor informados. En Lanjarón hemos tenido la suerte de haber disfrutado de esas grandes figuras del tango, figuras que han llegado a Lanjarón por el buen hacer de Horacio Rébora y su equipo, que han venido no por dinero sino por el compromiso arrancado por este personaje mundialmente conocido en el mundo del tango que es Tato. Pero no se llenó el salón de actos del balneario. ¿Será por los precios? Mejor ni hablar del asunto. Precios ridículos que siguen haciendo creer a la gente que el arte debe estar siempre subvencionado o ser gratis. Que los cantantes, actores o pintores viven del aire, no pagan hipotecas, o a ellos la gasolina les sale gratis. ¿Demasiada oferta cultural para lo que es Granada? Seguramente si, «por ahí irán los tiros». Muchas cosas para hacer en el puente. Desgraciadamente para la cultura, el único sitio que este puente habrá puesto el cartel de «todo vendido» habrá sido el centro comercial Nevada.
